Hoy recomiendo: PicMonkey

Hoy os recomiendo una página web que se llama PicMonkey, un editor de fotos gratuito y totalmente online.

No os voy a engañar, la edición de fotos es limitada, no comparable con el photoshop, pero para esas veces que queremos hacer un pequeño retoque y no tenemos un programa para hacerlo o tarda demasiado en abrirse para la chorradita que queremos hacer, es perfecta.

Lo que más me gusta y para lo que más la utilizo es para hacer los collages que os pongo de los paso a paso en el blog, porque es tan fácil como escoger el modelo de collage que tienes, subir las fotos de tu ordenador y arrastrarlas a las ventanitas del collage.

Además te permite añadir sombreritos, mariposas, texto, flores... Por ejemplo, se puede hacer esto:

Jajaja pobrecitos, menos mal que no se enteran

Después os podéis descargar la foto sin problemas y sin marcas de agua de la web, como podéis ver en la que he hecho yo. 

Por supuesto, y como no, hay algunas opciones más chulas que son premium (vamos, de pagote) pero tampoco son tan necesarias, aunque ahí está la opción. Yo de momento con lo básico me apaño de maravilla y además, con tener acceso a internet puedes disfrutarla en cualquier parte. 

Espero que os sea útil. 

Besos mil

Maceta colgante con bolsa de rafia

 

Hoy os traigo una forma diferente de tener las plantas: colgando. Por supuesto que es para plantas pequeñas, pero ya veis lo bien que están mis fresitas, y eso que hay 6 plantas. 

Yo la he hecho con una bolsa en concreto de Mercadona, y me han salido dos macetas. 

Necesitamos: 

• Bolsa de rafia
• Alfiler, hilo, agujas, etc. 
• Cutter
• Cinta aislante ancha (opcional)

Primero vamos a cortar la bolsa en dos partes de manera que el asa para colgarla quede en un extremo para que la maceta pueda ir pegada a la pared. En mi caso solamente corté la base, porque por los lados simplemente descosí la costura. Mirad la foto: 

Ahora cogemos una de estas mitades y la doblamos sobre sí misma dejando el derecho por dentro porque coseremos por el revés. Fijamos con agujas y cosemos base y lados. 

Ahora solo hay que quitar las agujas y darle la vuelta, llenarlo de tierra y colgarlo. 

Yo le puse una cinta aislante para taparle la marca y el teléfono, porque ya pagué la bolsa y es mía y no tengo por qué hacer publicidad gratuita jajaja cosas mías y que no es para nada necesario que hagáis. 

Una vez llena, practicamos unos cortes en forma de cruz por toda la parte llena de tierra de la bolsa, procurando que estén bien repartidos. Después cogemos los planteles y haciendo un poco de presión con los dedos hacemos un hueco en la bolsa y los metemos. 

Os aconsejo usar un sustrato que drene bien y esté suelto, porque sino nos va a quedar como una piedra (lo sé por experiencia porque a una de ellas le puse casi todo tierra y ahora tengo un mazacote dentro). Las fresas requieren suelo algo ácido, pero les puse sustrato universal y han cogido mucha fuerza, no las mezclé con tierra porque donde yo vivo hay mucha cal y no quería alcalinizar. 

Ya de paso os recomiendo que para la temporada que viene os hagáis con unas plantitas de fresa, porque es que son súper sabrosas si las cultivamos en casa. Estas me encontraron a mi en el Lidl, creo que me costaron unos 5 euros e iban 6 plantitas y claro, no pude resistirme. 

Antes y ahora: creo que les ha gustado la casita que les he hecho... aish, qué bonitas mis niñas :')

Besos de fresa

Pastel de queso y cerezas

Tenía muchas ganas de hacer esta receta desde que la vi, y esperaba impaciente la llegada de la temporada de cerezas. La receta la he sacado de un mini libro de estos que venden en lidl de vez en cuando, se llama pastelitos y minitartas, de la serie mini dulces.

La verdad es que en casa nos ha gustado mucho porque es una tarta de queso diferente y las cerezas le dan un toque especial. La capa de abajo queda como un bizcocho y el queso queda con una textura esponjosa porque lleva las claras montadas. ¿Os animáis?

Aquí va la receta para un molde de 18cm de diámetro bastante altito, salen 4 porciones generosas:

• Para la masa: 
• 50g de mantequilla
• 50g de azúcar
• 1 huevo
• 90g de harina
• 1 cucharadita levadura química (tipo Royal)

• Para el relleno:
• 150g de cerezas
• 2 huevos
• sal
• 75g de azúcar
• 250g de queso desnatado tipo quark (el queso fresco batido, yo a la próxima lo probaré sin desnatar)
• 40ml de aceite de girasol

• Mantequilla para el molde

1. Precalentamos el horno a 180ºC. Untamos el molde con mantequilla. Preparamos la masa batiendo la mantequilla con el azúcar hasta que esté espumosa, añadimos el huevo y después la harina con la levadura tamizadas. Ponemos la masa en el molde y alisamos (aviso que la masa queda un poco pringosa, así que la dejamos lo más lisa posible). 
2. Lavamos, secamos y deshuesamos las cerezas y las reservamos. Para el relleno montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. 
3. Batimos las yemas con el azúcar hasta que estén espumosas, mezclamos el queso con el aceite y lo agregamos a la mezcla anterior. Incorporamos la clara a punto de nieve mezclando suavemente y extendemos la mezcla sobre la base, repartimos las cerezas por encima. 
4. Horneamos 40 minutos a media altura. Si vemos que se está dorando demasiado lo podemos tapar con papel de aluminio. 
5. Sacamos el pastel y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. 

Si os apetece probarla, ahora es el momento de las cerezas (preciosas, por cierto). 

Muchos besos cereciles

Notas: 

• Mi molde era demasiado bajito porque me costó encontrar uno alto de 18cm y la masa se me salió por los lados y cayó, además de que no era desmontable y para sacarla le tuve que dar la vuelta con un plato como con la tortilla. Tal vez sea mejor que uséis un molde un poco más grande si es que no es muy alto, o hacer dos medidas en un molde normal ajustando un poco el tiempo. Estará hecho cuando al meter un palillo, salga limpio. 
• Estaba muchísimo mejor cuando había reposado unas horas en la nevera. 

Hoy recomiendo: Pistola de silicona caliente

La recomendación de hoy no va sobre ninguna página, hoy os quiero hablar de una herramienta que para mi es extremadamente útil, y es barata para el uso que se le da si os gustan las manualidades. Con 10€ ya podéis encontrar de las normales, y hay también de tamaño mini que son más baratas.

La pistola va conectada a la luz con un enchufe y se calienta la punta metálica, a través de la cual saldrá la silicona derretida que previamente le habremos metido sólida en barra (forma en la que se compra). Solo hay que tener cuidado de no quemarse los dedos, porque la silicona sale cual lava volcánica.

Sirve para pegar un montón de cosas. Por ejemplo no sé si recordaréis la maceta forrada de tronco, que la hice con silicona caliente, también broches de fieltro, ¡y las plumas de un disfraz de la gallina de los huevos de oro jajajaja!

En fin, que de verdad que os recomiendo una, porque yo la uso un montón y siempre va bien tenerla en casa si sois aficionados a las manualidades :)

Turbante cruzado con tela de flores

No tenía ningún turbante cruzado de los que se han puesto de moda, y tenía tela de flores de una blusa de media manga que desmangué, tampoco tenía tutoriales que colgar, así que maté tres pájaros de un tiro y me decidí a hacer este turbante. Tuve que descoserlo y volver a coserlo tres veces porque me hice un lío macabeo con la tela y la goma, pero al final estoy muy satisfecha con el resultado :)

Podéis medir la cabeza por donde va a ir la diadema, según os guste más o menos apretado. Yo la hice para 55cm que no quede muy ajustada porque no me gusta que me aprieten las cosas.

Necesitamos:

• 2 trozos de tela de 45cm x 10cm
• 1 trozo de tela de 36cm x 5cm (el doble que la goma para que pueda estirarse)
• 18cm de goma de 2,5cm de ancho
• Alfileres, aguja, hilo, regla... lo típico (yo lo he hecho con máquina de coser)

Planchamos los trozos de tela grandes y los doblamos a lo largo de manera que quede la parte bonita dentro y a cosa de 0,5cm más o menos del borde, lo cosemos. Hacemos los mismo con la tira pequeña. 

Cuando tengamos los tres cosidos, les damos la vuelta de forma que la costura quede dentro, hacemos que quede en el centro y planchamos. Ponemos sobre la mesa una de las grandes con la costura hacia arriba, y después colocamos la otra perpendicularmente formando una cruz con la costura hacia abajo. Giramos cada tira sobre sí misma y juntamos los extremos de la misma tira, quedando las dos enlazadas. 

Doblamos un extremo por la mitad para que se ajuste al ancho de la goma y lo fijamos a ésta con un alfiler. Pasamos la tira pequeña por la goma y la fijamos en un montoncito en el centro para que no moleste. Después hacemos lo mismo con el otro extremo. Cosemos de manera que quede fuerte. 

Ahora estiramos la tela que habíamos dejado en el centro de la tela y la ponemos de manera que la costura quede por la parte que hemos doblado las dos tiras anteriores. Doblamos la orilla de la tela hacia dentro y si hace falta le damos un doblez pequeño por donde está la costura para que ajuste perfectamente al ancho de la goma. Cosemos bien.

Repartimos las arrugas de la tela y ya está hecho :)

¿Os gusta? Si os animáis ya me contáis... Y si queréis menos trozos de goma, le podéis quitar y añadirle a los otros trozos de tela, y también quitarle o ponerle centímetros según tengáis vuestra cabecita. Yo le he puesto bastante trozo de goma porque no tenía mucha tela al ser solo una media manga.

A ser felices, y no le tengáis miedo a las agujas! Por cierto, lo he cosido a máquina porque es más rápido. Si vosotras no sabéis coser a máquina, lo podéis dejar fijado con alfileres y pedirle a alguien que os lo cosa, que eso es un momento ;)

Profiteroles salados

Esta es una de las ideas de las que más orgullosa me siento. A decir verdad, los profiteroles no es una cosa que me vuelva loca, hay miles de postres que elegiría antes que ellos, aunque también es verdad que nunca los había probado caseros. También es cierto que soy más de salado que de dulce, y por eso pensé en que podía usar la masa de profiteroles para hacer un aperitivo original. 

La masa de profiteroles la he cogido del blog Kanela y Limón, blog del que ya os he hablado otras veces y en el que confío plenamente, y una vez más acerté. 

Ingredientes

• 60g de mantequilla
• 200ml de agua
• 100g de harina
• 3 huevos
• Semillas de amapola (opcional)
• Para rellenar: crema de chorizo

Al lío: 

• Poner al fuego el agua y la mantequilla hasta que hierva. 

• Retiramos del fuego y añadimos de golpe la harina y removemos con una cuchara de madera sin parar. Al principio pensaréis que es imposible que eso pueda unirse y que os habéis equivocado en algún paso, pero no perdáis la esperanza porque al final sí se queda una masa lisa. 

De la pastufla al éxito

• Sabremos que está lisa cuando se separa de los bordes del recipiente. 

• Pasamos la masa a un recipiente limpio y esperamos a que se enfríe un poco, después le añadimos los huevos batidos y seguimos removiendo como antes. Es posible que también penséis que la masa no puede chuparse todo el huevo, pero al final sí se incorpora bien, y la masa se volverá brillante. Sabremos que vuelve a estar lista cuando la cuchara de madera se nos quede clavada y no se caiga. 

• Con una manga pastelera (la mía era de punta de estrella porque era la que tenía a mano, pero puede ser cualquiera, incluso una bolsa de plástico con un agujerito en la punta) vamos poniendo bolitas iguales de masa (que incluso triplicarán su volumen) sobre una placa de horno con papel antiadherente algo separadas para que no se peguen entre ellas. 

• Decorar con semillas de amapola (opcional) por encima.

• Ponemos en el horno precalentado a 170ºC unos 20 minutos, y después los dejamos dentro del horno unos 15 minutos para que no se bajen. 

• Pasado el tiempo, los sacamos del horno y los dejamos enfriar. 

Monísimos de la muerte

• Se cortan por la mitad y se rellenan. 

• Bon profit!

Notas: 

• Se pueden rellenar de cualquier otra cosa, así de pronto se me ocurre que también le iría bien el paté con mermelada, la sobrasada con miel, salmón con queso crema y eneldo... el límite está en vuestra imaginación. 
• Próximamente os pondré la misma receta, pero los profiteroles serán verdes (y ¡sin colorantes artificiales!).